«Calles de fuego» es una fábula rockera ambientada en una ciudad atemporal donde la música, las bandas callejeras y la violencia se mezclan con estética ochentera. Cuando una estrella del rock es secuestrada por una banda de motoristas, su exnovio, un rudo héroe de pasado turbio, regresa para rescatarla. Dirigida por Walter Hill, la película combina acción, romance y una poderosa banda sonora. Su estilo visual único y su ritmo acelerado la convierten en una experiencia cinematográfica distinta. Es un cruce explosivo entre el cine de acción y el musical más estilizado.
