Nunca juegues con extraños (Joy Ride, 2001) es un thriller de suspense protagonizado por Paul Walker y Steve Zahn. La historia gira en torno a dos hermanos que, durante un viaje por carretera, se convierten en víctimas de un conductor psicópata al que han gastado una broma. La película combina tensión constante, persecuciones y un ambiente oscuro que mantiene al espectador en alerta. Ideal para amantes del suspense y el cine de terror psicológico.
